
Aunque suene una frase muy común, muy tocada, muy clásica para nuestros oídos y ojos, es muy importante mencionarla cada vez que podamos, para de esta manera entender que sin agua no hay vida.
Empezaré por contarles algo muy simple y anecdótico que me sucedió hace algunos días. El jueves 18 de marzo me levanté muy tarde en la mañana a eso de las 11:50 para ser exacto, me dirijí al baño y me encontré con algo terrible, no teníamos agua. Fue espantoso, ya que la mayoría de personas que vivimos en zonas urbanas de la ciudad no estamos acostumbradas al corte de este servicio. Al pasar de las horas me sentía incomodo, fastidiado, me sentía extraño, quería beber liquido pero como el corte nos agarró de sorpresa, no dio tiempo de guardar ni un poco de agua. Ese día reflexioné y llegué a la conclusión de que así como vamos, con nuestra manera tan egoísta y despreocupada de ser, llegará un momento en la cual las personas tengamos que comprar agua en botellas, ya que será escasa en nuestro mundo. La gente peleará y matará por ella, al ser tan dificil conseguir un poco de ésta.
Un dato curioso que encontré en el diario La República, fue que aproximadamente 1200 galones de agua se desperdician por hora en los parques de los distritos mas alejados del centro de la ciudad. Ya que los jardineros contratados por los municipios simplemente se les hace mas fácil dejar los caños abiertos hasta provocar grandes posos de agua en estos parques.
Empezaré por contarles algo muy simple y anecdótico que me sucedió hace algunos días. El jueves 18 de marzo me levanté muy tarde en la mañana a eso de las 11:50 para ser exacto, me dirijí al baño y me encontré con algo terrible, no teníamos agua. Fue espantoso, ya que la mayoría de personas que vivimos en zonas urbanas de la ciudad no estamos acostumbradas al corte de este servicio. Al pasar de las horas me sentía incomodo, fastidiado, me sentía extraño, quería beber liquido pero como el corte nos agarró de sorpresa, no dio tiempo de guardar ni un poco de agua. Ese día reflexioné y llegué a la conclusión de que así como vamos, con nuestra manera tan egoísta y despreocupada de ser, llegará un momento en la cual las personas tengamos que comprar agua en botellas, ya que será escasa en nuestro mundo. La gente peleará y matará por ella, al ser tan dificil conseguir un poco de ésta.
Un dato curioso que encontré en el diario La República, fue que aproximadamente 1200 galones de agua se desperdician por hora en los parques de los distritos mas alejados del centro de la ciudad. Ya que los jardineros contratados por los municipios simplemente se les hace mas fácil dejar los caños abiertos hasta provocar grandes posos de agua en estos parques.